Cuando diviso tus ojos,
caigo en un mar esmeralda,
insondable y misterioso,
como lunas entre ramas.
Inmerso nado en tus iris,
prendido al mundo de magia;
envuelto en acuoso arco iris
mecido entre verdes aguas.
Converge en mí tu mirada,
niña,.... reflejos corales,
abriendo los manantiales,
los que amamantan las algas.
Dulces cantos de Nirvana,
evocan sueños al mirar;
reinas sobre las sirenas,
reinas sobre mi soñar.
Verdes, tus ojos, tan verdes;
nácar verde, verde mar....
verde, mi esperanza, verde;
de poderte enamorar....
Autor: Manuel Velasco Fdez. Octubre, 2.011
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